El condicionamiento impuesto por las antiguas estructuras presentes a lo largo de todo el frente y en los sitios de las dos puertas, de S. Maria y dell'Annunziata, terminó por emerger las intenciones más innovadoras de los dos técnicos de la escuela veneciano-lombarda. Los largos tiempos de construcción también han hecho que las decisiones técnicas sean menos lineales y coherentes. Un ejemplo para todos: la presencia de los 55 matacales dispuestos en la larga muralla, según los anticuados esquemas de la plomada defensiva, es difícil de conciliar con la adopción de los cañones que se enfrentan en los desfiladeros ("orecchioni") de los dos baluartes y colocados para proteger el mismo frente. Así, es probable que el primer ingeniero fuera el responsable de la elección de los matacales y la defensa a plomo, el segundo de las cañoneras, las "paperas" protectoras y la defensa de flanqueo.
Terranova C. P., La città murata. Dalla visita al "memorabile viaggio.", in Milazzo Nostra n. 28-29 - Marzo-Luglio 2011, p. 21.